Saludos, visitante. No se si hay alguien ahí, pero por si acaso, que no falte la educación. No se qué esperas encontrar. No soy un gurú tecnológico, ni un cheff de diseño, ni un comentarista político, ni un forofo deportivo. No esperes encontrar cotilleos del corazón, ni vídeos frikis ni descargas de ningún tipo. Y por supuesto, no soy un filósofo ni un erudito de las letras (como verás si decides quedarte un poco). Este será mi rincón personal, donde intentaré desahogarme de tanto dolor que llevo dentro. Y que no te lleve a engaño el nombre del presente blog, pues una vida y media es lo que necesitaré para sentirme bien (a este ritmo). Vayamos paso a paso.
Hoy es el primer día. Y no me refiero solo al blog. Hoy, mi novio me ha dejado. Es el primer día de vuelta a la soledad. Aunque pensándolo bien, el primer día será mañana. Hoy solo es el día en que se ha ido y ha tirado por tierra toda la vida que nos esperaba juntos. O por lo menos eso es lo que yo siento. Me dijo muchas veces que estaba esperando a que le pidiera matrimonio. Y se lo pedí, aunque yo esperaba lo mismo de ÉL. Vale que no fue la petición más bonita, porque me dio vergüenza hacerlo dentro del restaurante, pero fue una petición con anillo y todo. Y se lo tomó mal. Encima se lo tomó mal. "Es que eso no es una petición de verdad" me llegó a decir más de una vez. Joder, pues ya me dirás tú lo que fue. Por lo menos fue más de lo que ÉL hizo. Incluso hablamos de cuándo podría ser el día y sobre todo dónde. Pero todo se ha ido a la mierda. Y con una sola frase: "es que ya estoy cansado". Ya no cree que merezca la pena seguir. Dice que las cosas buenas ya no son suficientes para contrarrestar las cosas malas. Como si ÉL no tuviera cosas malas como todo el mundo.
Pero no ha sido la primera vez que ocurre esto. En Diciembre, poco antes de navidad, me llevó al comedor para hablar. Y se me echó a llorar. Decía que no se encontraba bien, que necesitaba tiempo, que tenía que irse unos días a casa de sus padres a pensar en todo. Que me quería y no quería perderme, pero que necesitaba tiempo. Que vivir con sus padres no significaba dejarme ni mucho menos. Y resulta que nunca llegó a irse del todo, pues los fines de semana los pasaba en casa conmigo, comía en casa porque estaba más cerca que la de sus padres y por la tarde después del trabajo venía a casa a por ropa. Así que unos días antes de Navidad volvió definitivamente. Íbamos a intentar arreglar las cosas entre los dos porque creíamos que merecía la pena..... Pero parece que eso solo lo creía yo. Hoy me ha dicho que durante estos 5 meses ha esperado que todo se arreglase, pero que no ha visto ninguna mejora. Pero dios, si quieres algo no esperes sentado a que suceda. Esfuérzate, que los dos tenemos algo de culpa. Y sobre todo, si realmente quieres que se solucionen las cosas, si de verdad crees que merece la pena tener una vida en común, esfuérzate. Háblame, que estoy aquí no solo para reírte las gracias. No, en vez de eso prefiere estar todo el día pendiente de su móvil con android, bebiendo cerbeza o fumando maría. Y encima me quiere echar en cara que está todo el puñetero día con el móvil porque se aburre, porque lo único que hago es estar delante del ordenador jugando. Hombre, y qué otra cosa me queda, si no quiere ver series o películas juntos ni en casa ni en el cine porque se aburres, no quiere jugar a la wii o a cualquier otra cosa, no habla porque ... no se porqué no habla, no salimos a la calle porque se pones el pijama y luego le da pereza salir, no sacamos a pasear a la perra porque le da pereza.... que hago, me quedo mirando como actualiza la ROM del móvil casi cada día?, mirando como prueba programas y chorradas para el móvil y luego las borra y prueba otras?. Pero eso si, queda con sus amigas todos los jueves para ir a tomar algo, y últimamente queda con uno o dos amigos casi cada semana para lo mismo. Que pasa, que yo no existo?. No, yo solo estoy para reprocharme cosas y para arreglarle el ordenador cuando se lo acaba cargando por tanto toquetear tonterías.
Creo que es obvio que estoy cabreado. Y dolido, muy dolido. Pero esta vez no he llorado tanto como en Diciembre. Claro que he llorado, y entró en la habitación donde me refugié para no ver como se iba mientras ÉL llenaba una mochila con su ropa y me vio llorar. Se puso en cuclillas frente a mi y no dijo ni mú. Después de un ratito me acarició la pierna y luego el brazo, y me dijo "venga....". Joder, encima eso, encima "pero no te pongas así que no es para tanto" que aunque no lo dijo completo es justo lo que quería decir. Pero cómo no va a ser para tanto que la persona a la que quieres te diga que ya no le merece la pena seguir contigo?. Es que no tengo derecho a derrumbarme?. Dios, la persona a la que quiero dice que ya no le apetece seguir, y todo lo que esperaba vivir con ÉL se desvanece.
Vuelvo a la soledad. Vuelve el dolor en el pecho. Si ya me quedé vastante tocado en Navidad, que me cambiaba el humor de pronto con una sola palabra o un solo pensamiento, imagina como me he quedado cuando se ha ido. Llevo 5 meses luchando contra una depresión no diagnosticada que me viene de la niñez, amplificada por los distintos varapalos de la vida y del corazón, y reforzada con el incidente de Navidad. Luchando con ideas absurdas pero persistentes de querer acabar con todo, de coger un cuchillo o abrir una ventana, de girar el volante a lo loco y sin sentido o de no girarlo la próxima vez que sea necesario..... y cada vez son más fuertes.
Aquí me tienes, a las tantas de la noche sin poder llorar, intentando expresar lo que siento, intentando sacarlo fuera para que no me de algo chungo en el corazón esta noche y me quede tumbado para siempre, en esa cama, solo, sin ÉL. Y con la tonta esperanza de recibir un mensaje o de que entre por la puerta y me abrace llorando. No se que voy a hacer ahora con el amor que me queda dentro. No se si voy a poder dormir esta noche, pero es tarde y hay que intentarlo por lo menos. Hasta mañana, quizás.