viernes, 4 de junio de 2010

Amigos

La soledad sigue acompañándome allá donde voy.

Hoy, ÉL me ha mandado un correo electrónico. Por lo visto, antes de que tuviese las cosas taaaan claras como para dejarlo todo, les dijo al grupo de AMIGOS que reservasen este sábado para celebrar mi cumpleaños. Y hoy me pregunta, ya que les hizo reservar el día de mi cumpleaños, que si no me incomodaría mucho cenar con ellos en un restaurante este sábado. Que pretende, celebrar mi cumpleaños?. Ahora?. Después de dejarme tirado como a un perro?. AMIGOS, ya. Encima con ellos. Con los que no se pararon a pensar que yo también tengo sentimientos, que puedo necesitar un mensaje de apoyo y consuelo. AMIGOS. Los mismos que esperaron a que pasara una semana y a que yo pusiera un comentario borde en una red social para decirme ánimo, que el dolor pasa. "Y que tengas suerte". Suerte con que?. Es que me voy al extranjero o algo así?. Que tengas suerte... Suena como si no nos volviéramos a ver. Teniendo en cuenta que vivimos en una isla, es difícil. No hay taaaaantos habitantes aquí donde vivimos como para no cruzarnos por la calle, teniendo en cuenta que mi trabajo está en la ruta entre el trabajo y la casa de esa persona que me deseó suerte. "Que tengas suerte tú también" le contesté. Y le va a hacer falta, bien lo saben las estrellas.

Le he dicho que no. No puedo sentarme a cenar en mi cumpleaños con un grupo de personas que no son capaces de mandar un simple mensaje. Un par de palabras de ánimo.

Él parece haberse enfadado. O es la sensación que me ha dado por su mensaje de contestación de 3 palabras contadas. "OK, buenas noches". Parco, sin sentimientos. Muy típico de ÉL. En su línea de Peter Pan orgulloso y rencoroso.

El fin de semana pasado, cuando estuve con la family, alguien me dijo que me veía cambiado. Más maduro, más hombre. Voy a cumplir 33 años, y por mucho que intente evitarlo, yo también soy un Peter Pan orgulloso y rencoroso. Pero de algo han tenido que servir todas las experiencias vividas desde los 24 años. Han sido muchas parejas o "parejas", porque lo que para mí era una relación, para los demás era simplemente probar, pasar el rato o conseguir una casa sin trabajar ni pagar nada. El corazón se endurece y la mente encuentra formas de evitar el agujero profundo y negro del desamor. La naturaleza es sabia, si señor.

Durante las navidades en que aún contaba con 23 inviernos, y tras un ataque de histeria repentino (o ansiedad, o lo que quiera que fuese aquello), decidí dejarme de estupideces y mentiras, y olvidarme del qué dirán. Decidí vivir mi vida como homosexual plenamente, incluyendo a mi familia. Mentir y engañar desde el principio de la pubertad , sobre todo a los que te quieren, hace mella y duele mucho. Y ha llovido mucho desde entonces.

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